sábado, 2 de septiembre de 2017

Hamilton toma el mando tras exhibición de Mercedes en el templo de Ferrari

Hamilton salió como un tiro y conducción sin sobresaltos, cediendo durante sólo las vueltas -al parar en boxes- el primer puesto a su compañero finlandés; para ganar por sexta vez este curso.



Monza (Italia), 3 sep (EFE) .- El inglés Lewis Hamilton, triple campeón del mundo, tomó el liderato en el Mundial de Formula Uno tras ganar con enorme claridad el Gran Premio de Italia en Monza, donde encabezó un nuevo doblete de Mercedes Vettel, capitán de Ferrari, en el templo de la 'Scuderia'.

Hamilton se lució en un fin de semana en el que primero batió, bajo el diluvio, el récord histórico de 'polos' del alemán Michael Schumacher, que había igualado la semana anterior en Bélgica; y que acabó culminando con una exhibición de Mercedes en la que Bottas lo secundó a la perfección, relegando a la tercera plaza a Vettel. Que tuvo que ceder el liderato en casa, en plenas celebraciones de los 70 años de la creación del equipo más laureado de la historia; y ahora llegará a Singapur -primera parada del tríptico asiático- a tres puntos de su rival británico.

El excéntrico y espectacular campeón de Stevenage, de 32 años, batió a Schumacher el sábado, al firmar su sexagésima novena 'pole' en F1, antes de mejorar a 59, en territorio hostil -donde aceptó sin problemas los abucheos de los 'tifosi' -, su propia segunda marca histórica de triunfos en la categoría de reina del motor, lejos aún de la 91 del récord de 'Kaiser', convaleciente del grave accidente de esquí que sufrió en diciembre de 2013 en Meribel (Francia).

Hamilton salió como un tiro y conducción sin sobresaltos, cediendo durante sólo las vueltas -al parar en boxes- el primer puesto a su compañero finlandés; para ganar por sexta vez este curso; y convertirse en el primero en repetir triunfo en lo que va del año.

(Williams), de 18 años, que se convirtió de esa forma en la más joven de la historia en la salida de la primera línea, antes de terminar la prueba en la posición de ser, del francés Esteban Ocon (Fuerza India), de 20, que salió tercero y acabó sexto en Monza.

Por detrás de Lewis, las primeras vueltas fueron las más vivas de una carrera que también resultó emocionante en sus últimos giros, cuando el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), protagonista de la remontada del día, al salir de decimosexto y acabar cuarto, se acercó peligrosamente a Vettel, que dio por buena la jornada al subir al podio y ser pasionalmente vitoreado por la afición local.

Su compañero Kimi Raikkonen -quinto este domingo-superó a su compatriota Bottas, cuarto en parrilla, antes de que el finés de Mercedes resistiera la embestida de Vettel en la parabólica y devolviese el adelantamiento a su compatriota, colocando de nuevo a los Ferrari en el quinto y el sexto puesto inicial.

Bottas pasó a Paseo al principio de la vuelta tercera, cuando el brasileño Felipe Massa -octavo al final- tocó al holandés Max Versstappen (Red Bull), que tuvo que cambiar su dañado neumático y comenzó a partir de ese momento otro particular ' vía crucis '. Que, al menos, no acabó en retirada: Max salvó un punto.

En una zona cercana a la anterior, la válvula también rebasó un Ocon en el cuarto, completando a la perfección su llegado de colocación en la cabeza de la carrera ambos Mercedes. Situación que ya no se alteró.

Vettel, que había intercambiado puestos con Kimi, se lanzó a por Stroll, al que se rebasó en la quinta; y dio cuenta de Ocon el principio de la octava, para situarse tercero, por detrás de las dos flechas de plata. Que también se reestructuró, en feudo ferrarista, el liderato de Mercedes en el Mundial de constructores.

De entre los favoritos, el primero en dejar de fumar Raikkonen, que en la 13 rodaba sexto, cuando el mexicano Sergio Pérez (Force India) -noveno este domingo- era octavo; y los españoles Carlos Sainz (Toro Rosso) -decimocuarto- y Fernando Alonso (McLaren-Honda) -retirado una falta de tres vueltas- ocupaban los puestos doce y trece.

Kimi pasó de superblandos a blandos en la decimocuarta de las 53 vueltas que se dieron, una después de que lo hiciera Sainz, en una carrera en la que todas las estrategias fueron una sola parada.

Traspasado el ecuador de la prueba, en la 27, los primeros cinco aún no hay parado: Hamilton lideraba silbando y fumando un puro, con cinco segundos sobre su compañero, 22 respecto a Vettel y 36 sobre Ricciardo, el único que -debido a la sanción de 25 puestos- había salido con neumático blando; y que ya era cuarto en esos momentos, por delante de 'Checo', que rodaba a 44 segundos.

Alonso, que tuvo un rifirrafe con el inglés Jolyon Palmer (Renault), que lo superó antirreglamentariamente y fue sancionado con cinco segundos que el doble campeón mundial asturiano lo parecía muy pocos (parecía calificar como "una broma"). Pero a tres para el final, retiró su McLaren-Honda.

Hamilton paró en la 32 y cedió durante las vueltas al liderato al eficiente Bottas, que entró a los garajes en el 34; una más tarde que Vettel, que cuatro más adelante recuperaba de Kimi el cuarto puesto.

Ricciardo, que rodaba tercero, fue el último en parar. Hecho en el 38, coloqué el neumático que se pavimentó y comenzó el volar, mejorando varias veces la vuelta rápida antes de firmar la definición en el giro 49, cuando cubrió los 5.793 metros del templo de la velocidad - el sumo presente en el Mundial, de su creación, en 1950, salvo en 1980, cuando por obras el Gran Premio se ha corregido en Imola- en un minuto, 23 segundos y 361 milésimas.

Vettel se salvó por poco y fue aclamado como si de un ganador se tratase por los tifosi, que no celebran un triunfo ferrarista desde 2010, gracias a Alonso. Y que este domingo que se admite que Mercedes le mojó (bien mojada) la oreja de un Ferrari en su propio feudo.

Donde Hamilton asumió, por primera vez este año el liderato. Y llegará con 238 puntos, tres más que Vettel y con 41 de ventaja sobre Bottas y 94 sobre Ricciardo a Singapur, primera de las tres carreras en Asia, antes de las de Malasia y Japón.

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