domingo, 3 de septiembre de 2017

Latinoamérica alimenta el ‘China Dream’

El vídeo ecuatoriano 'Montevideo' retrata el viaje generacional de las colonias chinas hacia el continente.



Todavía no hay venta solo plano de la cabeza de su creador, pero no es difícil imaginar algunas de las secuencias de Montevideo. El cineasta ambateño, Paúl Venegas, está a punto de embarcarse en una trama de 90 minutos de duración -y 30 días de grabación- donde se retratan las colonias chinas en Latinoamérica. En Guayaquil, como en Nueva York, en Madrid o en cualquier otra gran ciudad, hay un barrio que habla mandarín, que negocia en mandarín y que, en definitiva, todo lo hace en mandarín. Y hasta allí ha llevado su cámara el director de cine ecuatoriano.

Cuatro manzanas del sector de la Bahía son el centro del rodaje que comienzan el seis de septiembre con la reconstrucción de la llegada, hacinados en un barco, de un grupo de migrantes chinos. En la ficción será el puerto colombiano de Buenaventura el que reciba en la colonia asiática, pero en realidad el 95% del proceso cinematográfico pondrá un Guayaquil como escenario. Dos actores principiantes, seleccionados entre la verdadera comunidad china ecuatoriana, se acompañarán mutuamente en un viaje tridimensional: el de su propia relación, el de los emigrantes que buscan en Latinoamérica el China Sueño y el geográfico que llevan a la película a tres localizaciones (Colombia , Ecuador y Uruguay).

Las primeras 15 escenas se filmarán en el puerto colombiano, pero las seis que despedirán el espectador adornan el horizonte con el río de La Plata, un paso por Montevideo. El resto, en el barrio chino guayaquileño. De allí, además, han salido los protagonistas. Un casting de cuatro meses y varias pruebas sacaron un relucir el talento interpretativo de Fu Jing, una profesora universitaria de mandarín; de Daniel Meng, un artesano de zapatos taiwanés que son el malo de la película; y de Mario Zhu, un polifacético traductor asistente, actor y reportero. Los tres tienen su propia historia de migración en busca de un sueño chino, más allá de las fronteras de China. En total, por la pantalla pasarán los rostros de cinco actores chinos, un taiwanés y cinco ecuatorianos. Hablarán español y mandarín y así escuchar en el cine (con subtítulos en español o inglés).

"Es una especie de suspense dramático que recoge el sueño chino, un sueño colectivo de competir con el americano, pero que lleva una comunidad de migrar. país por razones económicas, pero también existen, para alejarse de una sociedad con una competencia brutal ", comparar el guionista y director, que vivió cinco años en China en los 90, ha viajado constantemente y conoce cómo marcar estos códigos de identidad.

Por eso, asegura que la fraternidad entre los personajes principales sin eclipsar la crudeza del proceso migratorio: el rechazo al elitismo de las comunidades, los abusos de las organizaciones clandestinas o la confrontación territorial con los comerciantes nacionales.

Lei (interpretada por Fu Jing) es una joven que toma un barco rumbo a Nueva York donde quiere instalarse como peluquería y desarraigarse de la sociedad civil que no deja crecer en su pueblo natal. Hará una escala en Ecuador en la que, pese a sus aviones, quedará enredada. En el barco, conocer a un Wong (una carga de Mario Zhu), un chico que busca en Latinoamérica una alternativa de vida, alejada de la voraz competencia china, a la que algún día puede traer a su hijo. Sus sueños, como los de Lei, se pierden en una vorágine migratoria que se repite en cada país y en cada ciudad. Un círculo vicioso que conmueve en el plano y la secuencia y no acaba de convertirse en un final desalentador.

Cada escena esta medida, está planeada y está en el imaginario de Venegas. Y cada vez más cerca de la cinta. El miércoles se enciende la cámara de un proyecto que, para comenzar ganó hace los años El mejor proyecto del foro de la emisión del festival de película de Pekín. Hasta 2018 no está en la pantalla.

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